martes, 11 de noviembre de 2008

DE DESAFILIACIONES Y MAS

El fútbol seguirá, de eso no hay duda. El balón rodará. Eso no se detendrá jamás. Lo que necesitamos es que se renueve el concepto de dirigencia. El 21 se sabrá si continuamos siendo parte de la FIFA. Y aquí no se trata de que se vaya o se quede Burga o que Woodman se preocupe por el deporte peruano que en general esta de cabeza. Ambos demostraron ser incapaces en una materia en la que no se requiere doctorados. El presidente del I.P.D y su par de la Federación fracasaron en la convivencia en el poder.


De Manuel Burga se puede decir que su gestión se acompaño de la desorganización del fútbol peruano. Es cierto que este demérito no comienza con la gestión del pupilo de Nicolas Delfino en el sillón más importante del fútbol peruano. Resoluciones que dejaron equipos en primera como el Sport Ancash el año pasado. Presencias tiradas de los pelos en el directorio de la Federación. Dicen combatir el perro muerto en el fútbol y tienen como vicepresidente a un personaje que mando a segunda al Municipal hace dos años y mantiene deudas con su plantilla. Ampara a un miembro de la Comisión Seleccionadora sancionado por intento de soborno en el caso Torino Universitario en 1996. Casos de falsificación de documentos en un miembro de su directorio. Es decir, son más las sombras que las luces en una gestión nefasta. Lo que más lastima genera es que si Burga se va no se acaba el problema. La FIFA nos desafiliaría y no repondría a la Federación Peruana hasta restituirse el directorio motivo de intervención política. Si pues, Burga debería regresar para que la Federación regrese a FIFA. Entonces cumpliría su segundo período y se aseguraría un puesto en el máximo organismo del fútbol Mundial.


Del Ing. Arturo Woodman se puede recordar su estrecha relación con esta misma Federación en la organización de la Copa América 2004. Es además uno de los gestores de que nuestro Estadio Nacional ya no cuente con grass natural sino tenga una superficie plástica que ha generado más de un reclamo en nuestros deportistas. Yo me pregunto desde cuando Woodman no es amigo de Burga. Los estatutos de la Federación y su adecuación a la Ley del Deporte es un tema crítico y que nunca se resolvió. No podían sentarse a la mesa así como lo hicieron para la Copa América y resolver las cosas. Creo que la mayoría conoce la realidad del deporte. Gimnasios abandonados. Atletas mal alimentados. Entrenadores que se van por falta de apoyo (la selección de voley no tenía canchas decentes para entrenar). Deportistas que no cuentan con presupuesto para participar y tienen que mendigar tocando todas las puertas posibles. Mientras esto ocurre el mandamás del deporte peruano sigue queriendo mandar en donde no puede mandar. La Federación es una asosciación que responde a la Ley de la FIFA. Quien quiera estar dentro del fútbol Mundial tiene que estar en FIFA. Pero parece que ese concepto no alcanza a ser entendido por este señor.


Ambos son incapaces de vivir juntos. Queda claro que ambos deben irse por el bien del deporte en general. A Burga no lo quieren y a Woodman lo estan empezando a querer menos. No por antipatías sino porque los dos no se han puesto a pensar que deberían reaccionar por el bien del fútbol peruano. No se trata de quien tiene que ceder mas o quien menos. Quien gana o quien pierde. Se trata de esforzarse por ser inteligentes y dar una salida a este problema. El Deporte peruano está en el último lote en el Mundo. ¿Se hace algo por cambiar?. Nuestro fútbol se encuentra en el último lugar de la Eliminatoria Sudamericana. Se nos viene una desafiliación por intromisión política. Ya nos quitaron el sudamericano sub 20. ¿Que estamos esperando?. Ojalá pudieramos esperar algo del ingeniero y del doctor.


Veremos