PINTADO DE CREMA

No todo en el fútbol peruano es malo. Tenemos dirigentes impresentables, incapaces de brindar soluciones a un amago de política deportiva. Aferrados a un cargo que los hace sentir el poder que les sería imposible en un ejercicio fuera de la actividad futbolística. Futbolistas que no quieren jugar por la selección, que buscan quedar bien con la tribuna de manera individual, que privilegian su interes personal y económico, sacrificando el objetivo colectivo. Pero al margen de toda esta realidad aparece un equipo que ha sabido sacarse de encima toda la cochinada que le tiro encima un dirigente pionero de esa raza de individuos que se colaron en el fútbol para llegar al Congreso de la República sin haber revisado si quiera el diario oficial "El Peruano".

Señores, la "U" hoy es el campeón del torneo Apertura a falta de cuatro fechas del final. Con 50 puntos. Con solo dos partidos perdidos, de visita. Después de tiempo los cremas dejaron de lado el escandalo y el enfrentamiento constante. Futbolisticamente fueron un equipo confiable. Que Gareca supo armar como todo en el fútbol. De atrás para adelante. Le dió respaldo a Raúl Fernández teniendo a mano al experimentado Ibañez. El chico fue fundamental, un arquero atrevido que se sale a todas y bajo los tres palos es solvente. La defensa jugó al ritmo del negro Galván, el recorrido, aguerrido y caballero defensa argentino ordenó a un joven Nestor Duarte que escuchó y supo ser stopper por derecha. El coco Araujo, tricampeón con la "U" a finales de los 90 regreso a lo grande, un tipo maduro, un defensa que fue un buen complemento. La volante merengue corre como ninguna en nuestro país. Rainer Torres tuvo su revancha con la "U" porque cuando regreso de Alemania paso por Ate casi sin que nadie se diera cuenta. Hoy es el motor y capitán del campeón. Cevasco era el llamado a acompañarlo pero Toño Gonzáles entendió que podía quitar y jugar sin pegar (la temporada pasada lo expusaron cuatro veces, esta vez nunca vió la roja), lo hizo y se quedo con el puesto. Miguel Torres vuela por su lado con criterio y Rabanal tiene lo suyo sin brillar pero cumpliendo. El cerebro colombiano tiene mucho que ver. Claro con la pelota, fino para tocarla y frontal cuando había que decir las cosas. Se lesionó, paró dos meses. Cuando regresó Dony había asumido la función de organizador. De buena pegada. Buen traslado y entrega precisa, el ex gordo se puso el frack y formó una sociedad importante de tránsito de mediocampo con Rainer. Delante Malingas marco poco pero trabajo. Se aguanto que lo comparen con Fano. Siempre fue titular y alcanzó su tercer título consecutivo (el año pasado ganó el clausura con San Lorenzo y el apertura con Lanús). El Vagón hizo 12 goles. No se habla mucho de él porque no vende portadas, pero el hermano Héctor es otro de los destacados. Cuando el tigre miraba al banco encontraba respuestas. Bernales, injustamente sacado del equipo el año pasado, volvió para volver a ser campeón. Oscar Ibañez se comió la banca pero desde ahí aportó. Miguel Cevasco tuvo partidos destacados pero las lesiones lo marginaron. Victor Balta fue la pieza que entro justa cuando la defensa lo necesitaba.

Es tiempo de celebración, pero con tranquilidad. La "U" no se puede conformar con el Apertura. Como todo equipo grande debe apuntar a ser felíz a fin de año. Ya no tienen seudodirigentes que intentan sobornar a los rivales. Ya no se pasean desafiantes por la tribuna del rival. Ya no les deben a los jugadores. Ya no traen jugadores lesionados para que cobren sentados. Esta directiva ya no se pelea por Montaño, ni cambia de entrenadores por cambiarlo. Encontró la medida con Gareca que por el bien de ellos deben quedarse hasta fin de año. Ahora todo bien con la Federación, su presidente esta más tranquilo, la FIFA lo ve con buenos ojos. No es que ahora todo sea color de rosa, pero la "U" es el campeón y ya esta otra vez en la Copa Libertadores para alegría de la mitad del país que ayer volvió a llenar el Monumental. El domingo se jugará el clásico en Matute. No todo es malo en el fútbol peruano. ¿No creen?.